*Desde aquí el planeta se ve enfermo


Por ELVIA ANDRADE BARAJAS

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QUITO, REPUBLICA DEL ECUADOR, 29 de septiembre de 2024.- Quito, la ciudad inca con forma de Jaguar entre volcanes, montañas, lagos y cascadas de la cordillera de los andes ecuatorianos, se ubica en la Mitad del Mundo, en la latitud CERO del planeta, desde donde la tierra se ve enferma.


Lanza un SOS para detener la depredación del hombre que le provoca sequía, hambre, narcoviolencia, apagones, desempleo, desigualdad social, así como extinción de sus pueblos indígenas que se resisten a perder sus tradiciones de las que se han ido despojando.


Todo empezó por vergüenza.  


Las mujeres indígenas se taparon los senos ante el morbo del que se dice civilizado y moderno.


Camino a Quito, saliendo del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, desde lo alto se ve con orgullo la Gran Tenochtitlán que poco a poco queda atrás entre el clásico ruido del avión y las densas nubes blancas con distintas e irrepetibles formas que parecen danzar con los rayos del sol, truenos y relámpagos que a lo lejos anuncian una tormenta disipada en suave lluvia antes de llegar a la República de El Salvador.


¡El cielo es de todos!, dice la azafata de la colombiana y austera Avianca, que a diferencia de Aeroméxico no da auriculares, frazada ni un vaso de agua gratis. Nada.


Todo tiene un precio aparte y sólo aceptan pagos con tarjeta de crédito.  Las de débito o los dólares son rechazados.


Pero eso es peccata minuta, frente a un cielo tupido de estrellas, tan grandes o más como las que vi en mi infancia allá en mi pueblo natal Ayutla, Jalisco, el amor de mis amores.


Las emociones se agolpaban, por un lado, la belleza de esas estrellas únicas, los recuerdos que evocaban y la duda sobre ¿cómo nos tratarían en Ecuador?


El rompimiento de las relaciones internacionales entre México y Ecuador por la irrupción de la Policía Nacional ecuatoriana a la embajada de México en Quito para arrestar al ex vicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, pese a que sería asilado en tierras mexicanas, provocó ruptura diplomática y comercial entre ambos países.


La fractura de las relaciones diplomáticas inició con la suspensión de los vuelos de Aeroméxico a esta tierra andina.


Así que para llegar a la VII Cumbre Internacional de Periodismo CONAPE 2024, que iniciaría el 2 de septiembre de 2024 en Quinindé, en la región Esmeralda, conocida como “la Costa Nostra”, los periodistas mexicanos que acudimos a ese encuentro internacional tuvimos que llegar por distintas compañías aéreas.


Todos hicimos conexión en aeropuertos de diferentes países, según la hora del vuelo y del estado del que volamos a Quito.  


A mí, que salí del Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México y por el horario, me tocaron dos conexiones: El Salvador y Guayaquil, Ecuador.

 

La tierra de Bukele

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Aterrizar en la tierra de Nayibe Bukele, sirvió para comprobar que de 2019 a la fecha remodelaron y modernizaron el aeropuerto Óscar Arnulfo Romero y Galdámez, cuya fotografía se aprecia en un gran mural que da entrada a un sencillo museo de tejido de telas y artesanía de El Salvador.


“Bienvenidos a la Tierra del Surf, de los volcanes (242)  y del café”, se lee en un gran mural azul rey con letras amarillas y blancas, destacando que en El Salvador sus playas tienen las mejores olas de Centroamérica para surfear, con una longitud entre 100 y 200 metros sin cerrar.


Los salvadoreños también se presumen como los mejores productores de café, titulo que le disputan Colombia, Perú y Ecuador, que además se pavonea como el mejor productor de cacao y chocolate.


Al llegar al aeropuerto internacional Monseñor Óscar Arnulfo Romero y Galdámez la dolarización de la República de El Salvador, se hace presente desde las maquinitas de café, dulces, chocolates, así como en las tiendas de artesanía que ofrecen ropa de playa, tablas para surfear, recuerdos de El Salvador destacando camisetas y gorras con su bandera, palmeras, tucanes y un sol playero único, así como plumas para escribir, decoradas con tejidos a mano que forman muñecas de trapo en telas con sobreros tejidos a mano y colores típicamente salvadoreños.


Los restaurantes del aeropuerto huelen a churrasco salvadoreño, empanadas y pan de harina, yuca con chicharrón y popusa, alimentos corazón de la cocina de este país de América Central, de clima tropical, ubicado en el litoral del Océano Pacifico, que limita con Guatemala, Honduras y Nicaragua.


El aeropuerto de la Republica de El salvador lleva el nombre de Monseñor Óscar Arnulfo Romero y Galdámez, porque fue canonizado como Santo por el Papa Francisco, tras ser asesinado por el Ejército salvadoreño por encabezar la defensa de los Derechos Humanos del otrora violento país.


Monseñor Romero fue asesinado el 24 de marzo de 1980 por ordenes del Mayor de la Guardia Nacional, Roberto d'Aubuisson, creador de los escuadrones de la muerte y fundador de ARENA, y del coronel Arturo Armando Molina.


En esos años El Salvador era un país muy violento, sometido por los Mara Salvatrucha, pandillas criminales que violaban, se dedicaban al narcotráfico, extorsión, contrabando de armas, secuestro, robo y asesinatos por encargo, extendiéndose a Guatemala, Belice, Honduras, Estados Unidos, Canadá y México.


Tras la pandemia de Covid-19 y con la llegada al poder de Nayib Bukele, el 1 de junio de 2019, el país se pacificó tras el arresto de 65 mil supuestos pandilleros de la MS-13 y de Barrio 18, entre otras pandillas que habían convertido el país en un infierno, al grado que no se podía pasar de una colonia a otra sin un salvoconducto de algún jefe criminal.

En 2019 no se podía transitar por El Salvador libremente.  La violencia estaba al tope.


En ese tiempo la fotografía de Nayib Bukele y su esposa Gabriela Rodríguez, entonces embarazada de su primer hija Layla, se veía a la entrada de la sala de vuelos internacionales, mismas que estaban en condiciones deplorables.


Entonces parecían pobres, tanto que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, recién estrenado en el cargo, regaló a El Salvador 30 millones de dólares para que impulsaran su desarrollo económico, lo que indignó a los mexicanos, porque “en México hay más necesitados”.


El Salvador tiene 6.4 millones de habitantes, mientras que México tiene 129.5 millones de personas, de las cuales 46,8 millones de mexicanos, el 36,3% de la población total, viven en pobreza.


Sin embargo, China le dio más a Nayib Bukele y le ayudó a transformar ese caótico país.


Le otorgó un fondo de cooperación no reembolsable de 500 millones de dólares para infraestructura urbana, cultural, turística, de transporte y para la mega cárcel con cupo para 40 mil pandilleros.


Ahora El Salvador, que se dice guadalupano tanto que en la Plaza Cívica tiene un altar a la Virgen Santa María de Guadalupe, luce muy diferente, más moderno y seguro.


La Catedral Metropolitana del Divino Salvador del Mundo, donde se encuentra la tumba de Monseñor Oscar Romero, ya no está rodeada por ladrones.


Ahora parece un lugar tranquilo,  imperdible para los turistas nacionales y extranjeros a quienes los vendedores les ofrecen a dólar un montón de uvas, plátanos o manzanas de la región, ¡son las más jugosas y deliciosas del mundo!, dicen.


La escala en El salvador fue muy fructífera, aunque no hubo tiempo para ir a Palacio Nacional e intentar entrevistar a Nayib Bukele o algún funcionario de su gabinete.

 

GUAYAQUIL. Cuna y cárcel de Jorge Glas.

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La siguiente conexión a Quito fue a Santiago de Guayaquil, Ecuador, una ciudad sorprendentemente hermosa y muy iluminada, donde destaca el Malecón Simón Bolívar, La Perla, un mirador de 57 metros, desde el que se contemplan los modernos y altos edificios de esta bella ciudad.


En Guayaquil nació Jorge David Glas Espinel el 13 de septiembre de 1969.


Glas Espinel, nacionalizado alemán, fue vicepresidente de la República del Ecuador del 24 de mayo de 2013 al 6 de enero de 2018, durante el gobierno de Rafel Correa (2013-2017), quien también nació en Guayaquil el 6 de abril de 1963 y gobernó Ecuador por tres mandatos sucesivos durante 10 años.


Actualmente, Correa vive en Bélgica, luego de que en abril de 2020 fue condenado en ausencia a ocho años de cárcel por cohecheo mediante influjo psíquico por actos de corrupción, por los que también fue acusado quien fuera su vicepresidente, Jorge Glas.


El 7 de abril de 2020, Glas fue sentenciado a 8 años de cárcel por la Sala Penal de la Corte Nacional de Justicia por ser coautor del delito de cohecho pasivo agravado.


Fue acusado junto con Rafael Correa de liderar una estructura criminal que recibía pagos de contratistas privados a cambio de adjudicaciones en contratos del sector público.


​Glas denunció que en la cárcel fue objeto de torturas físicas y psicológicas​ por parte del gobierno ecuatoriano.


El 5 de abril de 2024, fue detenido por policías ecuatorianos en la Embajada de México en Quito, Ecuador, donde estaba asilado.


Los policías también agredieron al embajador mexicano, Roberto Canseco, y a varios trabajadores de la embajada.


Tras el asalto, México anunció la ruptura de relaciones diplomáticas con el Gobierno ecuatoriano.


Glas fue trasladado a la Unidad de Flagrancia de  Pichincha en Quito y al día siguiente fue enviado al Centro de Privación de Libertad Guayas N° 3 en Guayaquil, conocida como La Roca,  donde hasta hoy esta preso.


El Aeropuerto Internacional de Guayaquil José Joaquín de Olmedo se anuncia como uno de los mejores del mundo.

 




Ciertamente es muy moderno. Bien iluminado, con muchas tiendas de artesanía, conectores para los celulares en todas las salas, muchas cafeterías y un estricto control de aduanas, especialmente para los mexicanos que hacen conexión a Quito.


¿Mexicana?, pregunta la chica de aduanas al revisar el pasaporte.


Sí, respondí con temor de que pusieran algún obstáculo.


Sin embargo, la empleada ecuatoriana fue muy amable y con alegría exclamó:


“¡México!, dicen que es muy bonito y que su gente es muy cálida. Quiero conocerlo.  Avance.  Bienvenida a Ecuador”. 


Ups, no dijo nada del rompimiento de relaciones diplomáticas entre México y Ecuador.

Era de madrugada. 


Llegaríamos a Quito a las siete de la mañana.  A lo lejos se veía una batalla en el cielo.


Rayos, truenos y centellas relampagueaban a kilómetros de distancia, mientras el cielo por el que volaba el avión que me llevaba a Quito seguía atravesando un firmamento lleno de estrellas.


A las seis de la mañana en punto el sol apareció majestuoso en el Este extendiéndose como pavorreal en todo el cielo.


El maravilloso espectáculo duro minutos.


Los rayos del sol se abrieron e iluminaron las densas nubes blancas, parecían enormes tapetes de algodón muy acolchonados.


La neblina se disipaba y dejaba ver imponentes montañas.


Ya estábamos en la Cordillera Occidental de los Andes Septentrionales de Ecuador.


Las imponentes montañas que despedían poco a poco la neblina que las abrazaban y escondían de la noche, eran el macizo de los volcanes Pichinchas, bajo cuyas faldas se levanta Quito, una de las ciudades más elevadas del mundo a 2,850 metros sobre el nivel del mar.

Al aterrizar, las montañas, que rodean la tierra andina, sin la neblina de la mañana lucían áridas. Tristes.

 

Por fin llegamos al Aeropuerto Mariscal Sucre de Quito o Tababela, y aquí comprendí porque habíamos pasado a la Aduana de Guayaquil.


En el Mariscal Sucre nadie nos revisó. 


El vuelo era nacional, sólo recogí mi maleta y tras tomar el primer café ecuatoriano, pedí un taxi en el módulo de servicio hacia el hotel que reservé desde México.


El taxista era un hombre indígena que no rebasaba el metro y medio.  Apenas me entendía y me aterró cuando dijo que no sabía dónde estaba el lugar al que íbamos y que pondría la aplicación de rutas Waze.


¿No sabe a dónde vamos?

“No, pero no se preocupe llegaremos.  Hoy es mi primer día de trabajo en este taxi, pero no se preocupe”.

¡Dios mío, que horror!, pensé, estoy tan lejos de mi casa, en un país donde no tenemos consulado, con un hombre que no sabe ni a dónde va y no le entiendo bien lo que dice.


Fue el primer susto que pase en Ecuador, de muchos otros que vendrían más adelante, por lo que termine diciendo que este país es para berracos (valientes) como dicen los colombianos.


El diminuto hombre seguía las indicaciones de Waze con una música ecuatoriana a todo volumen y manejaba como si fuera protagonista de la película Rápido y Furioso.


Decidí hacerle la plática, para que bajara la velocidad.


Ecuador no es tan cálido como Guayaquil, aquí hace frío, aunque hay sol, ¿por qué?, le pregunte:

Porque aquí estamos rodeados de volcanes y cerros, y por la noche hace más frío, mucho, dijo mientras bajaba la velocidad y me explicaba que el aeropuerto Mariscal Sucre o Tababela estaba a 40 minutos del Centro de Quito.

 

QUITO LA CAPITAL MAS ELEVADA DEL MUNDO

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Del aeropuerto Mariscal Sucre o Tababela se hacen 40 minutos al Centro de Quito, y durante 20 minutos es una subida constante. 


El cuerpo del diminuto taxista se recargaba cada vez más sobre el respaldo del asiento y claramente se veía el esfuerzo que hacía para alcanzar el pedal. Lo peor era en las curvas, muy elevadas y cerradas; parecían mortales cuando otro vehículo venía en sentido contrario y a toda velocidad.


¿Está mareada?, preguntaba insistentemente el taxista, aguantando las ganas de reír.

No, estoy aterrada, le conteste conteniendo un grito histérico que estaba a punto de salir de mis resecos labios de tanto morderlos por el pánico de ver el cofre del taxi a la altura de mi nariz, mientras subía cada vez más. Sentía que a ese ritmo llegaríamos al cielo.

Ni siquiera quería voltear atrás.  Todo mi cuerpo se estremecía de pánico y sólo veía que el taxi subía y subía.


¡Tranquila!, dijo el taxista quien empezó a hablar sobre Quito para distraer mi nerviosismo:


“Debe saber que San Francisco de Quito, es la capital de la República del Ecuador, capital de la Provincia de Pichincha y la cabecera cantonal del Distrito Metropolitano de Quito y junto con Guayaquil son las ciudades más importantes del país, pero en Quito está la Presidencia de la República.

 

“En el Centro Histórico de Quito, a donde vamos,  está la Presidencia, donde despacha nuestro presidente, Daniel Noboa, un joven que nació en Estados Unidos (Miami), pero como estudio en Harvard, tiene nacionalidad ecuatoriana y es hijo de una de las familias más adineradas de aquí, lo hicieron presidente.


“Decían que era la esperanza de los olvidados de Ecuador, pero hasta la fecha su gobierno no ha frenado la corrupción, delincuencia, desempleo y narcoviolencia, que se ha endurecido por la presencia de las mafias mexicanas del Cartel Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, incluso hasta la mamá de Noboa esta decepcionada de él.


“La mitad del país pide su destitución y la otra mitad lo apoya; pero los indígenas estamos muy enojados con él porque no ha cumplido”.

¿Es grave la narcoviolencia aquí?

“Sí, es muy grave.  Cuide la bolsa.  Cuide la Vida.  Tenga mucho cuidado”, recomendó el taxista, mientras subía cada vez más alto por calles muy bien pavimentadas, sin baches y notoriamente limpias.


“Como ve estamos rodeados de volcanes.  Todos esos cerros secos son el Macizo de los Pichinchas, que pertenecen a la Cordillera Occidental de los Andes ecuatorianos, cuyos principales volcanes son el Guagua Pichincha y el Rucu Pichincha”.


¿Y, por qué están tan secos los cerros, los volcanes? ¡Todo se ve café!


“Uf, ese es otro gran problema que tenemos en Quito, la sequía.  Hace meses no llueve, hay incendios forestales que están matando los bosques, nuestras reservas indígenas, estamos muy tristes de ver como se consumen los ríos”.

 


Miré voltee a su derecha, vea la Basílica del Voto Nacional, que consagra al Sagrado Corazón de Jesús, es uno de los lugares históricos más importantes del Centro Histórico de Quito, afirmó José, el taxista.


La estructura de la también Basílica de la Consagración de Jesús, esta en la parte más alta de Quito, pero de ahí todavía subimos más para llegar al hotel que había reservado desde México.

El pánico por tanta altura se había apoderado de todos mis sentidos, así que cuando el taxista me dijo que, si quería bajar a conocerla antes de hospedarme, le dije que no, me urgía llegar a mi destino y pisar en plano, pero subimos mucho más. Cada vez más.


Llegamos hasta la punta de un cerro, parecía un voladero.  Sentía que moría por estar en un lugar tan alto, tan lejos de mi casa, de mi país, y una vez más me aterraba que no había embajada que me pudiera auxiliar en caso de emergencia.


Le dije al taxista que subiera al hotel y les cancelara mi reservación, para que me llevara a un lugar plano, pero el recepcionista David Robñes. conocedor de la emoción que provocan las alturas, me dijo que ya había llegado a lo más alto, “así que disfrútelo, mire que belleza”, afirmó mostrando el panorama que se abría frente a nosotros.


Estaba aterrada y maravillada.

Quito estaba a mis pies, los volcanes y montañas abrazaban la ciudad. El sol calentaba, pero el viento era helado, así que hacía frío y calor al mismo tiempo, pero me advirtieron que las noche sí o sí son heladas.

Esta ciudad andina se ubica sobre la línea ecuatorial o paralelo 0º, por ello el sol cae verticalmente, y aquí no existen las cuatro estaciones como en otras latitudes del planeta; el clima es de verano (época cálida y seca de junio a septiembre) e Invierno (época húmeda y fría de mayo a octubre)


Desde el mirador del hotel Castillo Vista del Ángel, resalta imponente la estatua de un ángel en la parte más alta del cerro Pichincha

 

 

LA VIRGEN DEL PANECILLO.
A tus espaldas
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Quito es una ciudad dividida por la virgen del Panecillo que bendice al norte y da la espalda al sur, donde viven los pobres, los olvidados, los marginados de Ecuador
Desde el mirador del hotel Castillo Vista del Ángel, resalta imponente la estatua de un ángel en la parte más alta del cerro Pichincha


Es la Virgen del Panecillo, ubicada a 3,000 metros de altura sobre el nivel del mar, aquí sí es la parte mas elevada de Quito, que se ubica a 2,800 metros de altura, siendo la capital más elevada del mundo.

Para calmar los nervios de estar en un lugar tan elevado, aproveche para fotografía el panorama, los techos de teja roja, con sus casas blancas sobrevoladas por cientos de palomas que ofrecían una visión de belleza y paz digna de retener en una foto.


El viento movía el tripeé de la cámara y no podía hacer un acercamiento al rostro de la estatua, así que en mi soledad y frente a este le dije a la estatua, si eres un ángel ayúdame a que me salgan bien las fotos, porque no doy una.


Nada, todas movidas. Horribles, así que me dispuse a ir a mi habitación.

El chico de la recepción me dijo que valía la pena haber subido tanto y que en compensación me daría una de las habitaciones con mejor vista, y así fue, desde la cama, que lucía un típico lienzo ecuatoriano, muy colorido y bordado a mano,  se veía lo que yo pensaba era un ángel.


Era tal el miedo que me habían sembrado el taxista y otros nativos del lugar, sobre la violencia que existe en el país, a causa de los carteles mexicanos Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, que no quería salir de la habitación e incluso puse la maleta contra la puerta, según yo para evitar que me asaltaran, porque creía que no había otros huéspedes más que yo.


Miedo y frío eran mis fieles acompañantes. sin considerar que los ecuatorianos también podrían tener miedo de mí, tan sólo por ser mexicana.

 



Pero, al caer la noche, la Virgen del Panecillo se iluminó y poco a poco toda la ciudad, destacando las cúpulas y cruces de varias iglesias, así que decidí correr el riesgo y salir a fotografiar ese maravilloso espectáculo de luces acompañado por una luna llena, el vuelo de las palomas que iban a su refugio nocturno y las campanadas de los templos religiosos.


Mientras tomaba las gráficas, el chef del hotel se acercó y me dijo que me esperaban a cenar en el restaurante que estaba en el último piso.


¿Hay más huéspedes?, le pregunte, segura de que no había nadie más.


“Sí, claro, hay varios, sólo falta usted, ¿la esperamos?”


Sí, conteste con alivio, no estaba sola.


En el restaurant, muy hermoso son vista al Pichincha y la Virgen del Panecillo, constante que había muchos huéspedes, pero todos eran americanos y alemanes, y no estaban en el día porque andaban recorriendo Quito.


“Nosotros fuimos a Mindo-Nambillo, una impresionante Reserva Ecológica, es uno de los bosques con mayor diversidad biológica del mundo”, comentó Charlot Oliver, una americana radicada en Puerto Vallarta, Jalisco, México.


“Ahí hay más de 1,000 especies de mariposas en todas las etapas del ciclo de vida; lo que me voló la cabeza fue el estanque Koi, un santuario de colibríes.  Nunca había visto tantos juntos”, dijo mientras se tallaba los ojos haciendo ademanes de incredulidad.


Thomas, un arquitecto americano radicado en Chicago, le arrebató la palabra para afirmar:


“A mí lo que me voló la cabeza fue el paseo en Teleférico. Visitamos las Cataratas de Nambila, el Santuario de Mariposas, el Jardín de Orquídeas Armonía y por supuesto los santuarios de los colibríes”.

 


Para la alemana Isabelle Schmidt, quien viajaba con su esposo e hijos que no hablaban ni hola en español, lo que más le gustó de Mindo, además del Santuario de Mariposas, fue visitar El Quetzal o Yumbos un lugar en la reserva ecológica donde les mostraron el proceso de elaboración del chocolate, mismo del que Ecuador se pavonea como el mejor productor del mundo.


“Fue una experiencia inolvidable, es un lugar único deberías ir, dijo, tras preguntar ¿cuál es tu ruta turística?”…


Les explique que al otro día me reuniría con el grupo de CONAPE Internacional para iniciar la VII Cumbre de Periodismo.  La cita era en frente a la Presidencia de Quito y de ahí iríamos a la Ciudad Mitad del Mundo.


Wow, maravilloso, exclamaron mis nuevos amigos que una semana después irían a la Mitad del Mundo.


Así, llena de relatos y experiencias de los huéspedes del hotel, regrese a mi habitación sintiéndome avergonzada de mis propios pensamientos.


Empezaba a ver que no todo era malo y que estar en lo más alto de Quito tenía sus ventajas. 


La ciudad brilló todo la noche hasta el amanecer.

 

Era de mañana y el pánico por la altura había desaparecido, así que fui a la administración y le pedí al recepcionista llamara un taxi para que me llevara a un Turibus, pero uno que recorriera la zona baja de Quito. Queria descar los nervios de tanta altura.


El taxista me dejo en el Centro Histórico de Quito, indicándome la parada del Turibus, supuestamente el que iría por el Norte de la ciudad, la parte baja y cara de la ciudad, algo así como Reforma y Santa Fe en Ciudad de México.


Pero a los minutos de haber subido, advertí que el camión iba hacia arriba, se dirigía a El Panecillo, lo que yo llamaba un ángel, que resultó ser una virgen, La Virgen del Panecillo.


En el trayecto el pánico volvió a mi cuerpo y peor aún, porque iba en el segundo piso del autobús.  Las copas de los árboles estaban a la altura de mi frente y los cables de luz casi rosaban la cabeza y las curvas, ay Dios mio, eso fue extremo.

 

Al tener frente a mi al ángel al que le había pedido que me ayudara a que me saliera bien su fotografía, me dio risa y le dije, “¿tenías que traerme hasta aquí?”.

 

“La Virgen del Panecillo o Virgen de Quito, también conocida como la Virgen de la Apocalipsis, tiene 7,400 piezas traídas en barco de España a Guayaquil, y de ahí a Quito.  Aquí la armaron”, afirmó Francisco Lara, fotógrafo de turistas en el mirador de El Panecillo, la zona más elevada de Ecuador con 3,000 metros de altura sobre el nivel del mar.


Don Francisco, que cobra siete dólares por una fotografía de recuerdo con la Virgen del Panecillo, conoce el punto exacto donde se debe ubicar el turista para que la foto salga excelente.


Muestra que la estatua de la virgen tiene una cadena sujetando una serpiente a sus pies, “como símbolo de que somete la maldad humana, y una corona de 12 estrellas que representan los 12 apósteles o los 12 meses del año”, agregó.

 

 

La Virgen del Panecillo, con una altura de 30 metros, es el mirador natural más importante y elevado de Quito, desde aquí se aprecian todos los volcanes, las montañas y el Valle ubicado en la parte Norte de la ciudad.


A la espalda de la Virgen del Panecillo se encuentra el sur de Quito, y es en esta zona donde se levantan las poblaciones más pobres y humildes, marcando una gran desigualdad social, entre el norte y el sur.


Por ello, dicen que Quito es una ciudad dividida por la Virgen del Panecillo, que bendice al norte y da la espalda al sur.


A tus espaldas es una película ecuatoriana del año 2011 dirigida por Tito Jara, coproducida por Ecuador y Venezuela, para mostrar las dos caras opuestas de la sociedad quiteña, los del norte y los del sur, divididas geográficamente por la estatua de la Virgen del Panecillo.


Lo que está al frente de la Virgen es el norte de la ciudad, un sector que no muestra tanta marginación entre clases sociales —media y alta—; y por la parte posterior de la Virgen está el sur de la ciudad, el sector de los marginados —o como se dice en la película «los olvidados por la Virgen»—, la clase baja.

En el santuario de la Virgen del Panecillo el frio es más intenso, por lo que la venta de suéteres, ponchos y capas de llamas y alpaca de diseños inspirados en la cosmovisión andina, los volcanes, las lagunas y cascadas es otro de los atractivos del mirador El Panecillo.


Aquí el frío se siente más fuerte, pero es soportable con el sol, por lo que llegar tan alto y no llevarme una sería imperdonable, así que compré una de dos vistas en 17 dólares y volví al turibus que ya había regresado para llevarnos la zona nice de Quito.


Fui la primera en subir a la unidad, pero antes le pedí a la Virgen del Panecillo que me quitara el miedo o mínimo que me cuidara para no morir de un infarto por tanto miedo que me provocan las alturas.


Así que con la venía de Dios y de la Virgen del Panecillo que me trajo hasta aquí, ocupe el asiento del segundo piso justo arriba del conductor.


Eso fue extremo, no sólo por la bajada, sino porque las copas de los árboles y los cables de la luz rosaban la cabeza, y lo peor ocurrió cuando el chofer anunció que pasaría por los nueve túneles que atraviesan las montañas de la ciudad y conectan con el Metro subterráneo de Quito, solicitando que tuviéramos cuidado de no levantarnos ni elevar los brazos, para evitar accidentes fatales.


La ruta del Turibus era hacia el norte de Quito, la zona más comercial y hotelera más importante de Quito.

 

 

ESTADO DE EXCEPCION
FERNANDO VILLAVICENCIO, NARCOTRAFICO y “LA VACUNA”
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El norte es la zona hotelera y comercial de Quito, se ubica a las faldas del volcán Pichincha en un área plana con pavimentación hidráulica, edificios y comercios modernos, parece un lugar apacible y seguro.


Sin embargo, el 9 de agosto de 2023 en una colonia de esta área fue asesinado el candidato presidencial Fernando Villavicencio de tres disparos en la cabeza durante su campaña presidencial al salir de un mitin político que se desarrollaba al norte de la ciudad de Quito.


Una semana antes del magnicidio de Villavicencio, este había denunciado una serie de amenazas en su contra y su equipo de trabajo, por parte de José Adolfo Macías Villamar “Fito”, líder de Los Choneros de Ecuador, ligado al Cartel Sinaloa.


Villavicencio, de profesión periodista, había anunciado que encarcelaría a los narcotraficantes y no les permitiría seguir enviciando y corrompiendo Ecuador, que limpiaría de droga las aduanas y los puertos marítimos.


En un video exigió al ex presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y al presidente Gustavo Petro, de Colombia, que se ocuparan de sus carteles, especialmente el Cartel Sinaloa que enviciaba Ecuador, acentuando los niveles de pobreza, marginalidad, inseguridad y narcoviolencia.



El mensaje llegó a los mandatarios, pero 11 días antes de las elecciones presidenciales fue asesinado públicamente de tres tiros en la cabeza al término de un mitin político en el norte de Quito.


Desde entonces a la fecha la inseguridad por la narcoviolencia en Ecuador no ha dado tregua, todos los delitos que denunció Villavicencio se han disparado situando a Ecuador entre los tres países latinoamericanos más violentos, junto con Venezuela y Honduras.


Por ello, el presidente Daniel Noboa, quien acostumbra a usar chaleco antibalas, decretó Estado de excepción en la mayoría de las provincias del país, incluyendo Quito.


El estado de excepción permite inspecciones, allanamientos y requisas por parte de la Policía y Fuerzas Armadas, a fin de neutralizar amenazas, suspender el derecho a la libertad de reunión, recopilar mensajes, comunicaciones, cartas o misivas físicas o electrónicas, para identificar actos ilícitos.

 

LA VACUNA

 

 

Actualmente Ecuador se encuentra en la peor situación, no hay medicinas, trabajo, hay mucho extranjero, principalmente venezolanos con antecedentes criminales, hay poca policía, la inseguridad es muy elevada, los comercios y empresas son víctimas de “la vacuna”, afirma un joven empresario ecuatoriano del norte de Quito.


 Explica que la violencia es tan grave, que en julio pasado las bandas delictivas atacaron la estación de Bomberos en la provincia de Durán, matando a dos apaga fuegos, para atemorizar a la población y someterla a “la vacuna”.


El empresario explicó que “la vacuna” es lo que en México se conoce como “derecho de piso” y viene de los carteles de México, Sinaloa y Nueva Generación Jalisco, acompañados con las bandas ecuatorianas criminales “Los Choneros”, “Los R”, “Los Lobos”, “Los Tigerones”, “Lagartos” y “Chon de kuins”, entre otras.”


“Estas células criminales trabajan con ministros, ministerios, con gente de poder y cada grupo tiene “líneas” de acuerdo para repartirse las zonas”, afirmó.


En las playas ecuatorianas, agregó, incluyendo Isla Galapos, es donde más droga se mueve, al igual que el contrabando de gasolina en Manabi, que se realiza en las madrugas.


Los empleados de los narcos van con tambos de 200 litros a llenarlos de gasolina, para mover las lanchas cargadas de droga a Estados Unidos.


Un solo viaje por llevar la droga a Guatemala lo pagan en 50 mil dólares, en lancha con “perros” armados.


El señor X, que solicitó anonimato, relató que “en Ecuador se le dice “perros” a gente de seguridad de bajo rango “mandaderos”; son los que arriesgan la vida. Los que se ponen enfrente. Los primeros en recibir bala”.


Se sabe, agregó, que en caso de que un helicóptero de Seguridad los detecte, “los perros” tienen instrucciones de apretar un botón para que la droga se hunda y no les encuentren nada, pero si llegan las lanchas de policías la instrucción es:  “échale bala”.


Los carteles Sinaloa, el CJNG y los albaneses lavan fortunas en diversos negocios, incluso de familias adineradas, de las que aprovechan su ambición de aumentar su fortuna para levantar comercios y empresas multimillonarias.


En Ecuador los turistas están en gran riesgo si entran a zonas de peligro, porque son secuestrados, para pedir dinero a sus familiares por su rescate y si no pagan, los matan, afirmó.
Aquí también existe el secuestro exprés, agregó, para obligar a sus víctimas a vaciar las cuentas bancarias y en algunos casos los matan si no tienen dinero.


Las células criminales son dirigidas por un hombre al que “los perros” llaman “comandante”; que en la mayoría de los casos son jóvenes y salen a “trabajar” muy drogados para matar “y no sentir nada”.


Las discotecas en todo Ecuador son muy peligrosas, porque han ocurrido muchas ejecuciones dentro de los bares.


Los ladrones tienen rayos X en los ojos para detectar el oro y las prendas de valor en pobladores y turistas a quienes han empezado a despojar poniéndoles escopolamina, un polvo que con solo tocar a una persona en el hombro o que la víctima toque en algún volante o tarjeta que reciba en la calle, pierde la voluntad y obedece al ladrón a darle todo lo que le pida sin poner resistencia.


Escopolamina es un polvo que sacan de una planta, lo que en su estado casi natural es muy utilizada por los ladrones.


La mafia albanesa esta con Daniel Noboa y contra los carteles mexicanos, que se enfrentan por el dominio de las plazas, explicó.


En el gobierno de Noboa, los policías y el Ejército son los que más ganan y tienen el derecho de oprimir el de los ciudadanos en manifestaciones públicas, que son sometidas por la fuerza o con arrestos.


Sin embargo, Noboa ha anunciado su interés de reelegirse.


“Estamos bien jodidos, pero Ecuador es muy bonito, tiene muchos lugares turísticos como la Ciudad Mitad del Mundo”, afirmó el joven empresario.

 

 

CENTRO HISTORICO DE QUITO
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Quito es la ciudad más turística de Ecuador, se le considerada "Relicario del Arte en América".  Fue la primera en ser declarada por la UNESCO "Patrimonio Cultural de la Humanidad”, situada en la cordillera de los Andes y rodeada por 12  volcanes, entre ellos: Pichincha, Cotopaxi, Antisana, Cayambe, que conforman un contorno andino majestuoso.


El Centro de Quito es el más grande de América latina. Se ubica en el sur de la ciudad, es de los más conservados e importantes de Hispanoamérica con 130 edificaciones monumentales la mayoría de carácter religioso inspirado en una multifacética gama de escuelas y estilos) y cinco mil inmuebles registrados en el inventario municipal de bienes patrimoniales, así como 85 parroquias que conforman el área metropolitana de la capital de Ecuador.


Fue declarado por la Unesco, junto con Cracovia (Polonia), el primer Patrimonio Cultural de la Humanidad el 8 de septiembre de 1978.


La Presidencia de la República, se ubica en la Plaza de la Independencia o plaza Grande, nombre virreinal que le dieron los españoles.


Noboa despacha en el Palacio de Carondelet rodeado del Palacio Arzobispal, Palacio Municipal, Palacio de Pizarro, Casa de los Alcalde, el Palacio de la Curia y la Catedral Metropolitana. Todos pintados de blanco con altos arcos y columnas.

 

Ahí, entre palacios y muy cerca de la Virgen del Panecillo, fue el primer encuentro de los integrantes de CONAPE Internacional, fundada y presidida por el mexicano Raúl González Nova, que participaríamos en la VII Cumbre Internacional de Periodismo 2024 a celebrarse en Quininde, Ecuador, a ocho horas de Quito.


La cita con Noboa no se logró, pese a que llegaron periodistas de Estados Unidos, México, Italia, Colombia, Guatemala, Panamá, Venezuela, Costa Rica y otros países.

 


Sin embargo, los periodistas de estas naciones constatamos que casi toda la policía y el ejercito de Ecuador se concentran en el Palacio Carondelet, fuertemente resguardado con vallas metálicas, para que nadie, que no fuera invitado,  se acercara.


“Marihuana, Marihuana, lleve su marihuana a sólo 10 dólares”, gritaba libremente un hombre recargado sobre la pared del Arzobispado y frente al Palacio de Carondelet, donde entraban y salían uniformados de la Policía Nacional, Naval y del Ejército, sin que ninguno se inmutara por la venta del producto verde.


¿Esta permitida la venta de marihuana?, le pregunte al comerciante.


“Sí, claro aquí es legal, mientras sea para untar.  Le sirve para las varices, dolores musculares, artritis y muchos otros malestares.


¿Y, para consumir? ¿Vende?


“No, yo no, pero sí hay gente por aquí que le vende de todo, pero búsquelos usted, yo no quiero problemas.


¿Es grave la venta de drogas?


“Sí, se vende mucho, son los carteles mexicanos y los albaneses los que la producen y comercializan en todo Ecuador, pero los vendedores como yo la plantamos en nuestras casas para uso medicinal, que sí está permitido”, aseguró.


El Centro Histórico de Quito es de los pocos lugares que no se ve muy afectado por los apagones de luz programados en todo el país hasta por 10 horas, a causa de una crisis energética que sufre Ecuador por la severa sequía que atraviesa.


La generación de energía eléctrica depende de las hidroeléctricas que dependen de los ríos andinos, mismos que tienen los niveles más bajos de su historia.


Muchos responsabilizan a Noboa no implementar programas eficaces para solucionar el problema que mantiene secas las montañas y los volcanes que rodean Quito.

 

 

LA CIUDAD MITAD DEL MUNDO
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Al norte de Quito se ubica su principal atractivo: La Ciudad Mitad del Mundo, propiedad de la prefectura de la provincia de Pichincha, donde pasa la línea equinoccial, que evidencia que aquí esta el centro del planeta tierra, o como muchos dicen: el ombligo del mundo.


Del Centro Histórico de Quito a la Ciudad Mitad del Mundo se hacen tres horas y media en camión.


Nosotros salimos a las 2 de la tarde y llegamos a las 17:30 horas.


Durante el trayecto pudimos observar los estragos de la sequía, casi todo el camino se veía árido y al llegar a la Mitad del Mundo el impacto, al menos para mí, fue brutal.


Las montañas del Pichincha se veían más secas, parecían un gran desierto con algunas zonas verde-café, y la zona es mucho más extensa de cómo se ve en fotos, videos o películas.


Para entrar se debe pagar (cancelar dicen ellos) el pase personal cinco dólares; a adultos mayores les hacen descuento del 50%.


La falta de árboles en la zona permitía que el viento volara más libremente, parecía escucharse y jugar con los boletos de entrada cuando la guardia del acceso metálico lo pedía para permitir el paso a la Ciudad Mitad del Mundo.


Yo creía que el monumento de la Mitad del Mundo estaba en algún lugar abierto de fácil acceso y que se veía  que estas en la mitad del mundo, algo diferente, pero no.


Todo es normal, sólo el monumento sosteniendo un mundo y una raya amarilla indican que estas en el ombligo del planeta.


Se camina unos dos minutos desde la entrada hasta el monumento.


Hay varios caminos por donde llegar.


El más recomendado es a la derecha, donde esta una pequeña plaza con piso de adoquín, con letras de un metro de altura aproximado en las que se lee:  MITAD DEL MUNDO.

 


Frente a este gran letrero hay un globo aerostático que da la bienvenida a la CIUDAD MITAD DEL MUNDO.


Por ese camino se encuentran muchas tiendas de artesanía, el Museo Etnográfico Mitad del Mundo, un museo sobre la etnografía indígena de Ecuador, el Pabellón de Francia, donde se encuentra el Museo Geodésico Francés.


En este último se exhiben los estudios de la Misión Geodésica e información sobre la Academia de Ciencias de París, que en 1736 confirmó el achatamiento de la tierra por los polos y contribuyó a trazar la línea del ecuador terrestre y la creación del sistema métrico decimal.


Este sistema de medida que tiene por unidades básicas el metro y el kilogramo fue ampliado y reformado aquí, dando lugar al Sistema Internacional de Unidades.
Ecuador fue elegido para la medición debido a que ofrecía condiciones más estables para la realización de la misión, en contraposición a África y Asia


El primer monumento en honor a la misión geodésica se construye en 1936, de menor tamaño y que actualmente se encuentra en la parroquia de Calacalí.


Es hasta 1981 cuando el consejo provincial de Pichincha encarga el proyecto de construir un complejo con un monumento de mayor tamaño, para mostrar el lugar exacto donde se ubica la mitad del mundo.  


Esta construcción se termina en 1992, pero al descubrirse la tecnología del GPS se determinó que la línea equinoccial pasa unos metros más al norte del monumento a la Mitad del Mundo.

 

 

Por el camino de la izquierda esta el Paseo al Monumento flanqueado de bustos de científicos ecuatorianos, franceses y españoles que colaboraron en la Misión Geodésica de la Academia Francesa de las Ciencias.


Por ese camino también se llega a los museos y al Planetario, en los que además hacen la prueba de que están en la mitad del mundo.


El Paseo al Monumento también es flanqueado por palmeras y grandes colibrís haciendo referencia a Mindo, uno de los lugares más bellos de Quito con reservas ecológicas y de aves tan bellas como ese pájaro de bellos colores, que se caracteriza por ser único que vuela a gran velocidad, lo mismo hacia adelante que hacia atrás.


El colibrí es considerado por los ecuatorianos como mensajero de buena suerte para los humanos y para la madre tierra Gaia, ya que aseguran son las almas más energéticas y puras que han trascendido para cuidar y alegrar a la humanidad.

Cada lado del monumento piramidal a la Mitad del Mundo, de 30 metros de altura, apunta a una dirección cardinal: norte, sur, este, oeste.

Este hecho de hierro y cemento, cubierto con piedra tallada y pulida de andesita.

En su parte superior es coronado con un globo terráqueo de 4.5 metros de diámetro y cinco toneladas hecho de metal con los continentes en relieve envuelto de Oriente a Occidente por una cinta metálica, indicadora de la Línea Ecuatorial, dividiendo a la esfera exactamente en dos mitades.


La orientación del globo metálico corresponde a la posición real de la Tierra.  El eje menor de los polos está paralelo al eje de rotación real de la Tierra.

 


 

Dentro del monumento hay otro museo que muestra la cultura indígena andina.


Tiene cuatro monolitos en los ángulos y sus lados tienen la dirección geográfica de los cuatro puntos cardinales.


Al Norte una leyenda dedicada a Pedro Vicente Maldonado, que colaboró con la Misión Geodésica en 1736. Hay una inscripción que representa el cuarto del círculo usado por la Misión Geodésica del siglo XVIII.


En el Oeste hay una inscripción dedicada a los científicos españoles Jorge Juan y Santacilia y Antonio de Ulloa que colaboraron con el trabajo científico de Francia y el escudo de España de los años 30.


En el Sur hay una inscripción de reconocimiento al Gobierno de Ecuador por el trabajo científico de la Misión Geodésica de Francia. Esta grabado el escudo de Ecuador.


En el Este hay una inscripción dedicada a La Condamine y sus colegas franceses de la misión. Bajo la inscripción está grabado el escudo de Francia.


La línea amarilla ecuatorial está en los puntos Este y Oeste, donde los turistas se toman la fotografía que constata que llegaron a la Mitad del Mundo.


Los más escépticos insisten en hacer la prueba del agua o del huevo para certificar la veracidad del estudio científico.


Frente al gran monumento, en el lado Este, por donde sale el sol, esta una pequeña mesa con un clavo.


Ahí los visitantes pueden intentar parar el huevo sobre la cabeza del clavo para demostrar que están justo en la mitad del planeta.


Sin embargo, algunos se desesperan, porque se requiere paciencia y exactitud para lograrlo.


Conocedores de esto, en una de las tiendas de artesanía de la Ciudad Mitad del Mundo, por sólo dos dólares venden un certificado con la foto del monumento referente, con el escudo de Ecuador y al otro lado con un pedacito de tela emulando la bandera andina, personalizado para dar testimonio de que se visitó este lugar.  Se lee:


CERTIFICADO
INTY (DIOS SOL), CERTIFICA QUE
Elvia Josefina Andrade Barajas
Llegó a la MITAD DEL MUNDO y puso sus pies sobre la línea Máxima de la LATITUD CERO, del Planeta Tierra en la Republica del Ecuador.
Mitad del Mundo 02-08-24
TESTIGOS
Dos firmas, sellos de la Ciudad Mitad del Mundo, Latitud Cero.
Firma
EL CURACA DEL INTY-ÑAN
(Jefe político andino de las montañas del sol)


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